jueves, 12 de abril de 2012

ADECUACIÓN, COHESIÓN Y COHERENCIA


Entre las propiedades de la escritura que el trabajo de redacción exige se
encuentran tres propiedades fundamentales de los textos: la adecuación, la
cohesión y la coherencia. Conocerlos y procurarlos es una de las tareas de todo
redactor, por eso, aquí te presentamos sus definiciones y algunas de las
estrategias que te pueden ayudar a impregnar estas características en tus textos.

Adecuación

Significa saber escoger de entre todas las soluciones lingüísticas de la lengua, la
más apropiada para cada situación de comunicación. La adecuación es en sí la
propiedad del texto que determina la variedad (dialectal/estándar) y el registro
(general/específico, oral/escrito, objetivo/subjetivo y formal/informal) que hay que
usar, según la situación comunicativa, por tanto exige del usuario de la lengua
sensibilidad sociolingüística para seleccionar el lenguaje apropiado en cada
comunicación.

      Es una de las convenciones del texto, también conocida como condiciones
de textualidad. Se define como el conocimiento y el dominio de la diversidad
lingüística. La lengua no es uniforme ni homogénea, sino que presenta variaciones
según los diversos factores, tales como, la geografía, la historia, el grupo social, la
situación de comunicación, la interrelación entre los hablantes, el canal de
comunicación, etcétera.

      Dentro de una misma de sus variantes, la lengua también nos ofrece
registros muy diferentes: formales, coloquiales, especializados. Ser adecuado
significa saber escoger de entre todas los recursos lingüísticos, el más
apropiado para cada contexto comunicativo: es necesario saber cuándo utilizar
el local o el estándar, según sea la situación; y también es importante dominar
cada uno de los registros más habituales de la lengua: los medianamente
formales, los coloquiales, los especializados, etc. Lo que implica tener
conocimientos sobre la diversidad lingüística de la lengua: saber qué palabras son
dialectalismos locales, y que, por lo tanto, no serían entendidas fuera de su
ámbito, y cuáles son generales; conocer la terminología específica de cada
campo.

      Toda lengua presenta variaciones. Los miembros de una comunidad
lingüística no hablan ni escriben de la misma forma y tampoco utilizan la lengua de
igual manera en las distintas situaciones comunicativas en las que interacciona.
Las personas pueden escoger entre usar su variedad dialectal o el estándar. Esta
elección tiene implicaciones sociales importantes.

     De acuerdo al contexto, se requiere el uso de un registro particular, el cual
está determinado por el tema del que hablamos o escribimos (general o
específico), por el canal y código de comunicación (oral o escrito), por el propósito
perseguido (informar, instruir o convencer), asimismo, por la relación que se
establece entre los interlocutores (formal o informal): si se habla con un amigo de
temas generales, posiblemente se dirá que molesta la panza y al médico, el
estómago y él diagnosticará quizá una gastritis.

     No se utilizan las mismas frases o palabras si se escribe una carta a un
conocido, al cual se le tiene confianza, que a otro que no; o si se le llama para
decirle lo mismo al primero que al segundo. Si se quiere informar a alguien se será
objetivo e imparcial; sin embargo, si lo que se quiere es convencerlo, se mostrará
subjetivo y parcial. Si se habla con un hermano o un amigo se puede decir, con
toda tranquilidad, palabras como “no jorobes”.

       Para saber si un texto oral o escrito consigue la adecuación necesaria, se
debe atender los puntos siguientes:

􀂾 Si el texto consigue realmente el propósito comunicativo por el cual ha
sido producido (por ejemplo: informar de un hecho, exponer una opinión, solicitar
algún punto, etc.).

􀂾 Si se ve claro que se trata de una argumentación, de una petición,
etcétera.

􀂾 Si se mantiene el mismo nivel de formalidad, sea alto o bajo, durante
todo el texto.

􀂾 Si la formalidad es alta, no debe haber ninguna expresión coloquial y,
por el contrario, si el tono es de familiaridad, no deben aparecer palabras técnicas
o cultas, y la sintaxis no debería ser excesivamente compleja.

􀂾 Si se mantiene el mismo grado de especificidad, sea también alto o
bajo, durante todo el texto. Pues si el texto trata de un tema especializado, es
lógico que se utilice la terminología específica del campo y que se eviten las
expresiones coloquiales y las palabras generales, porque pierden precisión.

Cohesión

Las diferentes frases que componen un texto se conectan entre sí formando una
compleja red de relaciones. Los mecanismos que las articulan reciben el nombre
de formas de cohesión, los cuales pueden ser de distintos tipos: repeticiones o
anáforas (la aparición recurrente de un mismo elemento en el texto a través de la
sinonimia, la pronominalización o la elipsis) relaciones semánticas entre palabras
(antonimia, hiponimia), enlaces o conectores (entonación y puntuación,
conjunciones), etcétera.

     En suma, la cohesión es la propiedad del texto que conecta las diferentes
frases entre sí mediante las formas de cohesión. Éstas garantizan la interpretación
de cada frase en relación con las demás, y, en definitiva, asegurar la comprensión
del significado global del texto. Sin los mecanismos de cohesión, el texto sería una
lista inconexa de frases y, por tanto, no sería posible la comunicación, puesto que
el enunciatario tendría que establecer la conexión entre las frases por sí solo, sin
ninguna indicación del emisor y con un elevado margen de error.

     Para asegurar la cohesión de un texto es importante que el alumno
reconozca y sepa utilizar los conectores textuales, cuya función es unir unas
expresiones con otras, ligando cuando están bien utilizados, oraciones o párrafos
y dando coherencia y sentido a un texto.

     Estas piezas lingüísticas, por lo común marginales a la oración, se observan
en los cambios de una función discursiva y pueden desempeñar diversas
funciones en diferentes planos del discurso: por una parte concatenando las
unidades integrantes del texto; y por otra guían, ordenan y contribuyen como
decíamos antes, a contextualizar el enunciado y el acto de enunciación discursivo,
con miras a facilitar la expresión e interpretación de los diferentes sentidos del
texto. Estar familiarizado con el uso de los marcadores, le permitirá por otra parte
identificarlos como pistas que resaltan las partes o ideas importantes del texto o
discurso oral.

     Utilizar una clasificación es adecuado para ordenar y relacionar nuestras
ideas acerca de los conectores y el uso que estos pueden tener, existen diversas
formas de hacerlo, una que nos puede servir por su claridad, sería la siguiente:

RELACIONAR IDEAS

  • Causa 

Porque… por eso… puesto que… ya que… dado que… a causa de… considerando que… teniendo en cuenta que
  • Consecuencia

Por tanto… de ahí que… de modo que… entonces… así pues… en consecuencia… por consiguiente… razón por la cual…
  • Condiciones

Si…con tal de que… a menos que… a no ser que… siempre y cuando…en caso de…siempre que…
  • Finalidad

Para que…a fin de que…con la intención de que…Precaución ...Por si acaso… no sea que… no vaya a ser que… no sea caso que…
  • Precisión

En rigor… en realidad… con exactitud…

RELACIONAR ARGUMENTOS

  • Refuerzo 

Además. … encima. … incluso… igualmente… asimismo…también… del mismo modo… en realidad… de hecho… hay que tener en cuenta… vale la pena decir…
  • Ejemplificación

Por ejemplo… a saber… en concreto… verbigracia…
  • Contraste

Pero… en cambio… sin embargo… ahora bien… por el contrario… de cualquier modo… en todo caso… antes bien…no obstante…
  • Intensificación

Más aun… es más… máxime…
  • Explicación

 Es decir… o sea… esto es… a saber…

  • Oposición

Por el contrario… en cambio… no obstante… antes bien… así y todo… al contrario…

ORGANIZADORES TEXTUALES
  • Ordenación secuencial

Para empezar… en primer lugar… por otro lado… por una parte…
En segundo lugar… por otro lado… por otra parte…
En suma… en concreto… para terminar… en definitiva…
  • Reformulación

O sea… es decir… esto es… mejor dicho… en otras palabras… mas bien…
  • Introducción de un tema

Por lo que respecta… en cuanto a… por lo que se refiere a… a propósito de… nos proponemos exponer….
  • Digresión 

Por cierto… a propósito de… a todo esto… hablando de otra cosa…

     El uso de los marcadores textuales pueden enriquecer el texto dando
congruencia entre otras cosas, sin embargo el abuso de los mismos y fuera de la
posición correcta (inicio de párrafo o frase) atiborran la prosa y pueden hacer el
efecto de cuña, ocasionando muchas veces confusión en el que lee.

Ejemplos:
Incorrecto- El color tostado en la piel de las costeñas es constante, como toman mucho sol...-
Correcto –Como toman mucho sol, el color tostado en la piel de las costeñas es constante…- El término sin embargo puede usarse al comienzo, en el medio o al final de la oración, cuando se emplea para marcar una oposición entre una oración y otra.

Ejemplo:
Correcto –Los franceses lucen muy atildados, sin embargo el olor que despiden
nos hace dudar de su limpieza.-
Incorrecto –Los franceses lucen muy atildados, sin embargo suelen ser pulcros.-
     
     Por lo que concluimos, que aunque la lingüística se ha ocupado como
describimos anteriormente, de estudiar y catalogar los marcadores textuales, es
durante el manejo de estos, mediante ejercicios repetidos en Curso de Lectura y
redacción, que podemos esperar que los jóvenes estudiantes, se familiaricen con
estos y terminen utilizándolos con éxito en la redacción de sus textos, así como en
la lectura de comprensión.

Cohesión del texto: sinonimia

Este mecanismo de cohesión se utiliza para conectar las ideas de un párrafo.
Asimismo, evita la monotonía y aporta claridad y unidad al texto. Consiste en la
variedad de términos cuyo significado es semejante: bella-hermosa, preciosa,
linda. Ejemplo:
--------------------------------------------------------------------------------
EL OCASO MAYA
UN IMPERIO SEDIENTO
Cuando en 1517 los españoles llegaron al país de los mayas, hacía siglos que su
civilización había entrado en decadencia. El florecimiento de esta cultura había
tenido lugar en la segunda mitad del siglo VII cuando sus impresionantes
construcciones, su escultura y su refinada cerámica se extendían por el actual sur
de México, Guatemala, Belice, Honduras y el Salvador...
  • Pronombres y formas pronominales

Puesto que su función es sustituir a los sustantivos, los pronombres y las formas
pronominales forman parte de los mecanismos de cohesión, pues ellos posibilitan
las referencias necesarias a la temática desarrollada en el texto, haciendo posible
que el lector la construya, comprenda, analice, enjuicie, etc. Entre su clasificación
están los personales, proclíticos y enclíticos: yo, me, mi, conmigo; nosotros(as),
nos; tú, te, ti, contigo, usted (es), él, ella, ello, lo(s), la(s), le, se, ellos (as).
A continuación se presenta un texto en donde se utiliza el pronombre
impersonal “se”, propio de los textos expositivos, pues otorga objetividad a la
escritura.
¿CUÁNTO VIVEN LOS ÁRBOLES?

Los árboles más viejos que se conocen son las coníferas secoyas o secuoyas
(“árboles grandes”), con más de cuatro mil años de edad. Les siguen los dragos,
de las islas canarias con una antigüedad de tres mil años. Después vienen los
ahuehuetes (“viejos del agua”), de México, cuya edad sobrepasa los dos mil años.
La mayoría de los árboles no es tan longeva, aunque muchos son centenarios. La
edad depende de la especie y de la zona geográfica en donde estén. La
dendrocronología es la rama científica que estudia la edad de los árboles; para
determinar la edad aproximada de un árbol se cuentan los círculos anuales
marcados en su tronco.

Coherencia

La coherencia demanda la colaboración de elementos como son el ambiente, el
tema, el registro, que funcionan como el hilo conductor del texto. Como
mencionábamos en páginas anteriores, los marcadores textuales, uno de los
recursos del lenguaje, también coadyuvan de gran manera a que los discursos
sean coherentes.

     En el siguiente ejemplo, se puede advertir los factores conformadores de
la coherencia, ya estén implícitos o explícitos: elección del tema, selección de la
información, ambiente, tiempo, marcadores textuales, etcétera. Por razones
obvias, sólo se destacan los conectivos.
--------------------------------------------------------------------------------
¿Puede la depresión anular los conocimientos ya adquiridos?

La pérdida de memoria puede ser un proceso parcial o total y, hasta cierto
punto, forma parte de la maduración y el deterioro natural del cuerpo humano. Sin
embargo, hay eventos, como un trauma psicológico o emocional severo, daños
físicos o alguna enfermedad, que pueden causar pérdidas totales y parciales de
memoria, como en el caso de pacientes con amnesia. En la mayoría de las
ocasiones, la pérdida de memoria es temporal y suele afectar porciones de los
recuerdos de un ser humano, pero en otros la pérdida es permanente. Tal es el
caso de la depresión vinculada a la tercera edad. Actualmente, se sabe que la
depresión altera la memoria a cualquier edad.
      No obstante, las personas mayores que con frecuencia padecen episodios
depresivos causados por muertes de seres queridos, retiros, inactividad y soledad,
entre otros factores, tienden a manifestar más pérdida de memoria. El estrés
relacionado con la depresión aumenta el deterioro de la capacidad para recordar,
ya que el contacto constante con hormonas de estrés como la cortisona y la
adrenalina aceleran la muerte de células nerviosas, propiciando la pérdida de
memoria.
      Para concluir, una opinión de parte de los especialistas es que sufrir la
pérdida de bloque o sectores de conocimientos específicos (que finalmente no son
otra cosa que recuerdos organizados) es, por lo general, resultado de shock o
trauma extremo de tipo emocional. Éstos pueden desencadenar amnesias
repentinas y extensas, ya que el cerebro intenta evitar memorias dolorosas y
estresantes.
¿Puede la depresión anular los conocimientos ya adquiridos? en Muy interesante,
P. 80, mayo, 2004.


-----------------------------------------------------------------------------------------------
Academia de Lectura y Redacción. Antología del Taller de Lectura y Redacción para el MEIF.
México: Universidad Veracruzana, 2000. (Material no publicado).

3 comentarios: